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sábado, 25 de abril de 2015

Mas viejo, menos tiempo

A lo largo de mis años con mas de dos tercios de mi vida jugando videojuegos y a casi mis 33 años, me doy cuenta que cada vez es menos el tiempo que le puedo dedicar a mi hobby favorito por muchas razones, quizás la mas obvia es que cuando eres adulto y tomas responsabilidades, el tiempo y el dinero se hace menos, los videojuegos proliferan como si fueran una plaga en diversos sistemas y el tiempo que te puede tomar terminar uno y disfrutarlo, a veces puede ser excesivo. Quisiera poder jugar a todos los juegos que me apetezca, de reseñar en mi propio blog las experiencias vividas, de no preocuparme del tiempo y del trabajo e incluso de la familia, pero no se puede.

Tengo tanto juegos en tantos sistemas que no se porque tengo tantos, quizás debería recordar mi infancia de donde vengo, de una familia humilde que no se podía permitir gastos innecesarios como lo es una consola de videojuegos o una computadora, de ver con envidia como a mis amigos de infancia les regalaban las ultimas consolas, de pasar toda una tarde en los arcades del barrio con una única moneda y de mirar el resto del tiempo como los demás jugaban. Siempre desde niño quise tener las ultimas consolas o al menos de poder disfrutar los últimos videojuegos, pero mi realidad se distanciaba mucho y me tuve que conformar de jugar videojuegos en casa con una "famiclon" hasta en los tiempos de Playstation. 

Quizás por eso valoro tanto los juegos de antaño, los mas pixeleados, los juegos que te permitían terminarlo con un solo crédito en los arcades, el de maravillarse con el avance tecnológico de los videojuegos, el de desear consolas que estaban fuera de mi alcance, el de conformarme y sacarle jugo hasta el ultimo recurso en una vieja computadora para poder jugar, de eso y mucho mas son los recuerdos que tengo al crecer junto a los videojuegos. Por eso siendo adulto me he podido permitir tener tantas consolas y videojuegos, las que nunca pude tener cuando niño, de acumular tantos juegos en diversos emuladores y poder jugarlos que  en mi infancia no pude. Los videojuegos son mi pasión y creo que moriré jugando.

Por desgracia el trabajo te consume mucho tiempo, el ser padre y amante de mi mujer también, no puedo permitir que por mi afición las cosas que realmente importan las vaya dejando de lado. Es difícil buscar un punto de equilibrio y mas cuando tienes muchos juegos que jugar y terminar, que por ultimo y cuando tienes tu momento, el cansancio de la vida cotidiana te vence igual. 

Por eso digo que cuando eres mayor y con responsabilidades a tus espaldas, se hace mas difícil de poder dedicarle harto tiempo a tu hobby favorito. Seguiré jugando y  escribiendo en la medida que pueda, quizás la clave de la vida es disfrutar del momento y no pensar en lo que no tienes o te falta (en este caso el tiempo).